8 ideas para un viaje por carretera por Australia
No hay nada como tomar las riendas y ver el mar, el surf y el interior de Australia en un viaje épico por carretera. Teniendo en cuenta el enorme tamaño del país, a menudo sólo hay que conducir dos o tres horas antes de divisar la siguiente maravilla natural. Hemos recopilado los mejores viajes por carretera para elaborar la lista definitiva en tu próximo viaje a Australia.
La Gran Ruta del Océano
Este espectacular tramo junto al mar es el viaje por carretera más famoso de Australia. Se trata de un recorrido costero que pasa por hermosos paisajes de postal y playas asombrosas como el desfiladero de Loch Ard. La atracción más conocida de la Great Ocean Road es, sin duda, Los Doce Apóstoles, un conjunto de antiguas rocas de piedra caliza que en su día estaban unidas a tierra firme y que ahora se alzan independientes frente a las olas.
Se puede hacer en un día -parte de lo que hace que la Great Ocean Road sea tan impresionante es lo mucho que se puede ver en las tres horas y media de viaje desde el punto de partida, Torquay, hasta el punto final, Port Campbell-, pero si se toma con calma entre dos y cinco días, esta ruta tendrá el tiempo que se merece. Alójate en acogedoras ciudades costeras como Lorne y Port Fairy, y dedica algo más de tiempo a lugares como la meca del surf, Bells Beach. Un desvío por el escarpado Parque Nacional de los Grampians es perfecto para equilibrar la conducción y el senderismo y, si te gusta la tranquilidad, continúa hasta Adelaida, donde notarás que las multitudes se dispersan y tendrás las carreteras casi para ti solo.
La costa natural de Australia
En esta desafiante aventura por la naturaleza, descubre las playas de la Costa Sunshine, donde el mar casi llega a los neumáticos de tu 4x4. Reservas protegidas por la UNESCO y playas más impresionantes que la anterior, esta es una pequeña zona de Australia que hace gala de una asombrosa diversidad natural.
Comienza en Brisbane, una ciudad con un clima subtropical que la convierte en un sueño para los amantes del aire libre. Incluso garantiza una playa artificial en la ciudad. Experimenta el surf y el ambiente de las boutiques en el elegante complejo playero de Noosa, navega en kayak por sus pantanosos pantanos, y luego recorre los 160 kilómetros de la Great Beach Drive hasta la relajada Rainbow Beach. Esta desafiante pista de arena es totalmente surrealista, como un videojuego hecho realidad, y hay excursiones a las que puedes unirte si la idea de hacerlo por tu cuenta te intimida un poco.
También está la isla Fraser, cuyo nombre indígena, K'gari, significa paraíso. Es la mayor isla de arena del mundo y alberga cientos de especies de fauna y flora, como ranas ácidas, walabíes de pantano, dingos y más de 350 aves. Si te gusta la observación de ballenas, Hervey Bay, en tierra firme, es uno de los mejores lugares para avistar ballenas jorobadas, que migran hasta aquí entre julio y noviembre.
Viaje a la Gran Barrera de Coral
Desde Cairns hasta Cape Tribulation, la ruta de la Gran Barrera de Coral está repleta de maravillas naturales, entre otras cosas porque discurre entre la mayor cadena montañosa de Australia y el arrecife de coral más famoso del mundo. Comienza en Cairns, la puerta de entrada a la Gran Barrera de Coral, y recorre las impresionantes carreteras que abrazan la costa del norte de Queensland. Disfruta de un tiempo en Port Douglas, donde podrás comprar recuerdos en las boutiques locales o estirar las piernas con un paseo por la playa de Four Mile Beach. Aquí, es increíble pensar que estás rodeado de una asombrosa vida marina por un lado y de los árboles milenarios de la selva tropical más antigua por el otro.
El bosque tropical de Daintree, incluido en la lista de la UNESCO, supuestamente inspiró las escenas de otro mundo de Avatar, y sin duda merece la pena aventurarse en él para contemplar aves tropicales poco comunes, observar cocodrilos en el río y visitar lugares aborígenes como el desfiladero de Mossman. Termina tu viaje de forma un tanto conmovedora en Cape Tribulation, donde el Capitán Cook encalló cuando descubrió este fascinante lugar.
La legendaria costa del Pacífico
La ruta de Sídney a Brisbane, muy frecuentada, es una magnífica ruta de fácil acceso salpicada de preciosas ciudades costeras. Podrás elegir dónde pasar tu tiempo libre junto al mar: hay avistamiento de ballenas en Port Macquarie (de mayo a noviembre), parques nacionales cerca de Coffs Harbour y dunas de arena de 32 kilómetros en Port Stephens.
La capital de la Costa de Oro, Surfers Paradise, es un lugar animado para ver a los bronceados surfistas montar sus tablas con el telón de fondo de los altos edificios, y nadie debería perderse la obligatoria Byron Bay por su creativo ambiente hippy. Después de pasar unas cuantas noches visitando los lugares más emblemáticos de Sídney -la Ópera de Sídney, el Puente del Puerto de Sídney, la playa de Manly y la piscina de icebergs de la playa de Bondi son material perfecto para Instagram-, depende de ti si quieres ir a la izquierda para hacer una escapada a las salvajes y espectaculares Montañas Azules o subir directamente por la autopista del Pacífico hasta los maduros viñedos del valle de Hunter.
Río Margaret
Tal vez sea el ambiente relajado de los hipsters o el hecho de que las multitudes están firmemente alejadas en la Costa Este, pero Perth y sus alrededores son muy queridos por casi todos los que se aventuran allí.
Este circuito desde Perth te lleva tres horas hacia el sur, a la región de Margaret River (también el nombre de una ciudad y un río), donde los viñedos producen más de una quinta parte del vino de calidad de Australia. Disfruta de la compañía de delfines salvajes en Rockingham, camina entre gigantescos árboles de karri que pueden alcanzar entre 60 y 90 metros de altura y observa la puesta de sol sobre el océano al final del largo y sinuoso Busselton Jetty. Una o dos noches en la región vinícola son perfectas para realizar catas, visitas a bodegas y algunas cenas excelentes.
Alójate más tiempo en Perth al principio o al final de tu viaje por carretera, o en ambos casos si caes rendido a sus encantos. Elige entre hoteles boutique o elegantes complejos turísticos junto al río y explora la ciudad a pie, disfrutando de algunas de sus más de 3.000 horas de sol al año y realizando excursiones de un día. Fremantle es el hermano extravagante de Perth, donde abundan las panaderías artesanales y las microcervecerías, mientras que los visitantes siempre están dispuestos a visitar la isla de Rottnest para ver a sus adorables residentes marsupiales, los quokka.
De Sídney a Melbourne
Recorre la ruta lenta y panorámica entre estas dos notables ciudades y verás lo que la mayoría se pierde cuando opta por la opción fácil de volar. Esta vía costera comienza en la Grand Pacific Drive, una carretera suave que cuenta con el puente Sea Cliff, una parada especialmente agradable para los usuarios de drones. Jervis Bay justifica una noche de estancia si se dispone de tiempo. Duerme en un campamento ecológico de estilo safari en la bahía de Jervis, donde podrás ser libre en la naturaleza y pasar unas horas en la playa de Hyams, una preciosa curva de arena blanca bañada por un mar azul verdoso.
El acertado nombre de Lakes Entrance es la puerta de entrada a una intrincada cinta de vías fluviales, lagos y lagunas en la bronceada Ninety Mile Beach y más allá está Wilson's Promontory. Conocido localmente como "el Prom", es una zona costera salvaje que te dará la oportunidad de avistar todos los animales autóctonos que esperas que Australia te ofrezca. Wallabies, koalas, wombats y canguros se ven por toda la zona y las rutas de senderismo son abundantes. Melbourne y sus suburbios tienen más que suficiente para mantenerte ocupado si quieres prolongar tu viaje aquí. Prueba los vinos de clima fresco en el Valle del Yarra, haz una excursión gastronómica a la península de Mornington o contempla el desfile de pingüinos en Phillip Island.
Carretera del río Gibb
Si lo que quieres es la Australia agreste y poco refinada de los cañones y desfiladeros, la Gibb River Road es una forma segura de hacerlo. Este es el tipo de viaje por carretera que deja atrás las carreteras costeras bien mantenidas en favor de la variedad de tierra con baches y 4x4. La carretera sólo está abierta en la estación seca, entre abril y octubre, debido a las inundaciones que se producen el resto del año, que la harían irreconocible, y aunque no sea la ruta más accesible, es gratificante como sólo puede serlo una aventura fuera de lo común. Partiendo de Broome hasta Kununurra, esta ruta te lleva a través de la Kimberley, la famosa zona salvaje del Territorio del Norte, donde hay campamentos y estancias rústicas como estaciones ganaderas en funcionamiento salpicadas por el camino. El Questro Wilderness Park es uno de los puntos más destacados, con manantiales termales, antiguos desfiladeros y cascadas y una selección de alojamientos con comidas incluidas.
Carretera de Stuart
Este es el viaje por carretera definitivo por el Outback, con largos trayectos en coche, grandes cielos en lo alto y tierras vírgenes. Se trata de un viaje épico de norte a sur (o viceversa) entre Adelaida y Darwin para aquellos que dispongan de más tiempo y tengan sed de carretera. En el Territorio del Norte, los arbustos secos intentan débilmente competir con el crudo y rojo paisaje. Contempla poderosas rocas como Karlu Karlu, apodadas los Mármoles del Diablo, y rastrea la rica historia aborigen de la zona a través de los relatos locales y el bello arte rupestre. El desfiladero de Katherine, en el extremo del Parque Nacional de Kakadu, es una vista espectacular de cascadas que se precipitan por rocas escarpadas. Pasa por el Red Centre para ver el monolito sagrado aborigen, Uluru (Ayers Rock), que se ve mejor al amanecer o al atardecer. Participa en la cultura artística de Alice Springs y, en Australia Meridional, baja a la extraña ciudad de Coober Pedy, donde más de la mitad de los residentes viven bajo tierra. Una vez que llegues a Adelaida, relájate con los buenos vinos del valle de Barossa y conoce la fauna de la isla de los canguros.
