Que ver en la región de Véneto
Hoy os presentamos la ciudad de Venecia, y desafíamos a cualquiera, en cualquier tiempo y bajo cualquier circunstancia, a no saludar este sitio sin sonreír. Imposible. No se puede hacer. Nuestra aventura en la región del Véneto de Italia comenzó, como no, empapados, porque el legendario sol que adorna esta región se fue y el paraguas estaba dentro del equipaje, para no hacer otra aparición durante el resto del viaje a Venecia.
Una vez que nos instalamos en la habitación en el Luna Hotel Baglioni, rápidamente nos transportamos a un sueño veneciano con una ventana que daba a un canal, con el agua cayendo suavemente contra las paredes del hotel. Al día siguiente caminamos una corta distancia hasta la Plaza de San Marcos y nos quedamos paralizados por un luminoso cielo plateado, nubes malvas que se deslizaban rápidamente por el Campanile, y por supuesto, las omnipresentes palomas grises que se abalanzaban sobre nosotros en alegre saludo. Cenamos en el renombrado Café Ristorante Quadri que data de 1725. A lo largo de los años todos personas como Stendhal, Proust, Wagner y Byron, han cenado aquí y ahora nosotros.
El Gran Canal
El mejor paseo que tendrás y uno de los grandes placeres de la vida. A nosotros nos dió la sensación de estar en un cuadro vivo de Canaletto, el cielo un azul imposible y rodeado de antiguos palacios, sus colores terracota suave, crema, gris y beige. Este gran camino de agua estaba lleno de vaporetti, lanchas y góndolas, los barcos amarrados como palos de menta que sobresalían del agua - una escena que emocionará incluso al viajero mundial más hastiado. Cuando estés en el Canal te recomendamos una parada para visitar la colección de Peggy Guggenheim en el Sestiere Dorsoduro 701. Este es uno de los museos más importantes de Italia para el arte europeo y americano de la primera mitad del siglo XX. Se encuentra en la antigua casa de Peggy Guggenheim, Palazzo Venier dei Leoni. El museo fue inaugurado en 1980 y presenta la colección personal de arte del siglo XX de Peggy Guggenheim, obras maestras de la Colección Gianni Mattioli, el Jardín de Esculturas Nasher, así como otras exposiciones temporales.
Verona
La ciudad de Verona está a unos 115 kilómetros al oeste de Venecia, y es, por supuesto, el escenario de Romeo y Julieta de Shakespeare. Un editor olvidado de una de las obras del Bardo escribió: "Verona, tan rica en historia real tiene un encanto aún mayor para aquellos que viven en la poesía del pasado." Si te gusta vivir la poesía del pasado ese es tu tipo de barrio, y el pasado está siempre presente en esta, una de las grandes ciudades de Italia.
Nuestra visita nos llevó, naturalmente, a la Casa di Giulietta, una casa que la ciudad adquirió en 1905. Muchos lugareños creen que en el siglo XIX la casa era un burdel, otros prefieren imaginarse a Julieta inclinada sobre su balcón, desmayándose por ese chico Montague.
El pasaje a Padua
Este es un importante centro de arte del Véneto. Bajo la imponente fachada de la Universidad de Padua, la segunda más antigua de Italia, donde Dante y Galileo fueron una vez profesores aquí. En la plaza, seguramente podrás oir una gran conmoción, cantando, gritando y riendo. A menudo hay grupos de estudiantes de la universidad dando una serenata a los recién graduados de una manera tradicional y obscena.
La modesta capilla de los Scrovegni es una de las mejores razones para visitar Padua. En algún momento alrededor de 1305, el artista Giotto hizo varios frescos en las paredes de la Capilla, y nos quedamos cautivados ante uno de los más impresionantes, "El Juicio Final".
Una delicia arquitectónica
En el siglo XVI, Vicenza se transformó en un laboratorio virtual para los experimentos arquitectónicos de Andrea di Pietro conocido como Palladio, uno de los grandes arquitectos del Alto Renacimiento. Aquí podrás encontrar la Basílica Palladiana, de color blanco alabastro, brillando a la luz del sol. Te quedarás sin palabras ante una de las más grandes obras maestras de Palladio, el Teatro Olímpico, que fue terminado cinco años después de la muerte del arquitecto en 1585. Los trampantojos en el escenario merecen una visita.
En Treviso disfrutarás igual que nosotros paseando por esta antigua ciudad bien conservada, con sus fantásticas casas pintadas al fresco. Sientate en un banco junto a un canal de flujo lento y disfruta de un espectacular almuerzo en el Park Hotel Bolognese, una villa de finales de 1800. Viendo el Puente de Dante, nos dijeron que se llamaba así porque Dante se refería a esta ciudad como su "Paraíso".
Llegó el momento de salir de Italia, pero no hay un adiós final para nosotros. Preferimos decir "Arrivederci"... hasta luego por ahora, nos vemos de nuevo. Y por cierto, esa sonrisa tonta que adornaba nuestra cara cuando lleguamos... bueno, todavía nos acordamos y seguimos sonriendo, así que cuando visites el Véneto, ¡también sonreirás tú!
Arrivederci.
