¿Qué pasó con la cárcel de La Catedral?

La Cárcel de La Catedral fue una prisión ubicada en Medellín, Colombia, y era conocida por ser la prisión más grande, lujosa y confortable del país. Esta fue creada en el año 1990 para albergar a los líderes del Cartel de Medellín, liderado por el famoso narcotraficante Pablo Escobar. La Catedral fue construida en una zona rural y se le dio a Escobar el control total sobre la prisión, por lo que él mismo era el jefe de la cárcel. Esta se convirtió en una especie de "ciudad dentro de una cárcel", ya que los prisioneros vivían en un lugar cómodo, con todas las comodidades y con una estructura similar a la de una ciudad, ya que había una piscina, un campo de golf, una cancha de fútbol, una sala de cine y una biblioteca.

Sin embargo, la Cárcel de La Catedral fue cerrada en el año 1992, luego de que el gobierno de Colombia descubriera que los presos podían realizar tráfico de drogas desde la prisión, lo que significaba una amenaza para la seguridad nacional. Esto llevó a que el gobierno tome medidas para cerrar la cárcel, dejando a Escobar sin la libertad de controlar la prisión. Después de que la cárcel fue cerrada, los presos fueron trasladados a la cárcel de Itagüí, que era una prisión menos lujosa y con menos reglas.

Aunque la Cárcel de La Catedral ya no existe, la impresionante estructura de la prisión sigue allí, como una muestra de la vida que llevaban los criminales más famosos del país. La prisión está abierta para los turistas, que pueden visitar el lugar y ver la estructura de la cárcel y algunos de los lujos con los que contaba. Esto ha generado interés en la prisión, que está siendo considerada como un museo sobre la vida de Pablo Escobar y el cartel de Medellín.

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¿Qué es hoy en día la cárcel La Catedral?

La cárcel La Catedral, cuyo nombre oficial es el Centro de Reeducación de La Catedral, es una prisión de máxima seguridad ubicada en una zona rural de Medellín, Colombia. Fue fundada en el año 1954 y está destinada a albergar a los reos más peligrosos del país. Actualmente, La Catedral ha ganado fama por su característica reglamentación, en la que los reclusos tienen ciertas libertades y se les permite llevar una vida relativamente normal.

El régimen de La Catedral está estrictamente regulado por los presos y se fundamenta en la solidaridad, la cooperación y el respeto mutuo. Los reclusos tienen un sistema de trabajo, educación y recreación que les permite mantenerse ocupados y desarrollar habilidades constructivas. Los reos tienen la oportunidad de ingresar al mercado laboral, estudiar un oficio, participar en actividades artísticas y deportivas, y tener acceso a una variedad de servicios educativos.

Además de los beneficios anteriores, los presos en La Catedral tienen acceso a una serie de servicios como una biblioteca, una enfermería, una sala de tv, una sala de internet y una sala de juegos. Estos servicios les permiten desarrollar nuevas habilidades y mantenerse al día con la tecnología.

La Catedral también es reconocida por su sistema de seguridad. Los reos son monitoreados de cerca por guardias armados. También hay una red de cámaras de vigilancia en todo el complejo. Estas medidas de seguridad ayudan a mantener el orden dentro de la prisión.

A pesar de todos los beneficios y servicios que ofrece, la cárcel La Catedral es una institución carcelaria y, como tal, el objetivo es mantener el orden y la disciplina. Esto significa que los reclusos deben cumplir con un conjunto de reglas estrictas que garantizan la seguridad de todos los involucrados.

En conclusión, La Catedral es una prisión destinada a albergar a los reos más peligrosos del país. Esta cárcel se ha caracterizado por su régimen estricto y por los beneficios que ofrece a sus reclusos. Sin embargo, el objetivo principal de la prisión sigue siendo el mantenimiento de la seguridad y el orden.

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¿Qué pasó con Pablo Escobar en La Catedral?

Pablo Escobar fue uno de los narcotraficantes más famosos de Colombia. Durante los años 80 y 90, tuvo un inmenso poder en el país gracias a su negocio ilegal. En un esfuerzo por eludir la justicia, el 22 de junio de 1991 decidió refugiarse en la célebre Cárcel La Catedral, ubicada en una zona montañosa de los Andes. La Catedral se había construido específicamente para Escobar, como una forma de negociación con las autoridades. Esta cárcel tenía todas las comodidades y lujos que Escobar deseaba, como televisores, teléfonos, una piscina y hasta una pista de tenis. Durante su estadía, Escobar se mantuvo en comunicación con el resto del mundo, organizando el tráfico de drogas desde el lugar. Sin embargo, el 22 de julio de 1992, las autoridades finalmente lograron ingresar a la cárcel. Escobar huyó de la cárcel, pero fue capturado dos días después. El 2 de diciembre de ese mismo año fue asesinado en un enfrentamiento con la policía. Desde entonces, La Catedral se ha convertido en un museo para visitantes que desean conocer la historia de Escobar.