¿Que hay en el interior del Partenón?

El Partenón es uno de los monumentos más conocidos del mundo y se encuentra ubicado en la Acrópolis de Atenas. Se trata de un templo dedicado a Athena, diosa de la sabiduría, la estrategia militar, la justicia y el arte. Fue construido en el año 447 a.C. y es considerado uno de los mejores ejemplos de la arquitectura griega clásica.

El Partenón estaba formado por una serie de columnas que sostenían un techo. En el interior del templo se encontraban una serie de estatuas y un altar dedicado a Athena. La estatua más importante era una escultura de Athena hecha de oro y madera que se encontraba en el centro del templo.

En el año 1687, el Partenón sufrió un gran daño cuando un cañón francés explotó en el interior del templo. La mayoría de las estatuas y el altar fueron destruidos en el explosion. Aunque el Partenón ha sido restaurado, todavía se pueden ver los daños causados por la explosion.

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¿Que hay dentro del Acrópolis?

El Acrópolis es una colina rocosa que se encuentra en el centro de la ciudad de Atenas. La colina tiene una altura de aproximadamente 250 metros y está rodeada de una muralla. El templo de Partenón se encuentra en la cima de la colina. El Partenón fue construido en el siglo V a.C. y es uno de los templos más famosos de Grecia. También se encuentra en la Acrópolis el templo de Erechtheion, el templo de Atenea Nike, el teatro de Dioniso y el santuario de Afaia.

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¿Dónde están los restos del Partenón?

El Partenón fue un templo griego dedicado a la diosa Atenea, y se encontraba en la Acrópolis de Atenas. Fue construido entre los años 447 a. C. y 438 a. C. y fue considerado como el templo más perfecto de la Antigüedad. Sin embargo, en el año 1687, una bomba turca destruyó gran parte del templo. Aunque se han hecho muchos esfuerzos por conservar y restaurar el Partenón, todavía hay muchos restos del templo que se encuentran en diversos lugares del mundo. Algunos de los restos más importantes del Partenón se encuentran en el British Museum de Londres. Estos incluyen los famosos frisos del Partenón, que fueron removidos del templo en el siglo XIX y llevados a Londres. También se encuentran en el British Museum las llamadas "Estatuas de los Gigantes", que eran un par de enormes estatuas de mármol que se encontraban en la entrada principal del Partenón. Otras piezas del Partenón que se encuentran en el British Museum incluyen columnas y capiteles. Otros restos del Partenón se encuentran en el Museo de Elgin en Escocia. Estos incluyen más de 50 metros de los frisos del Partenón, así como varias columnas y capiteles. También se encuentran en este museo las llamadas "Estatuas de Atenea", que eran un par de enormes estatuas de mármol que se encontraban en el interior del Partenón. Finalmente, otros restos del Partenón se encuentran en diversos museos de Atenas, Grecia. Estos incluyen el Museo Arqueológico Nacional, el Museo de Atenas, el Museo Benaki y el Museo de Acrópolis. En estos museos se encuentran diversas piezas del Partenón, incluyendo columnas, capiteles, estatuas y fragmentos de los frisos del Partenón.

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¿Qué sabemos del Partenón y por qué fue construido?

El Partenón fue construido para rendir homenaje a Atenea, la diosa griega de la sabiduría, la justicia y la guerra. Se trata de uno de los monumentos más conocidos de la Antigüedad, y está considerado como una de las obras maestras de la arquitectura griega.

El Partenón se encuentra en la Acropolis de Atenas, una colina que se eleva unos 150 metros sobre el nivel del mar y que ofrece unas magníficas vistas de la ciudad de Atenas. La Acropolis era el lugar donde se encontraban las principales fortalezas de la ciudad, y el Partenón fue construido en el siglo V a.C. como un templo para rendir homenaje a Atenea.

El Partenón fue construido utilizando las técnicas de la arquitectura griega clásica, y se caracteriza por sus columnas dóricas . El templo tiene una longitud de 228 pies (69,5 metros) y una anchura de 101 pies (30,7 metros), y está dividido en un pronaos (vestíbulo) y un opistodomos (sala trasera).

El Partenón fue destruido en el siglo XVI durante la guerra entre el Imperio Otomano y Venecia. Los venecianos intentaron defender la Acropolis, pero finalmente tuvieron que abandonarla. Los otomanos ocuparon la ciudad y, en 1529, el sultán Solimán el Magnífico ordenó la conversión del Partenón en una mezquita. Se cubrió el templo con un techo y se construyeron dos minaretes (torres desde las que se llama a los fieles a la oración).

En 1801, el general francés Napoleon Bonaparte ocupó Atenas, y el Partenón fue utilizado como depósito de pólvora. En 1812, durante la retirada de las tropas francesas, el Partenón fue dañado por un incendio provocado por un cohete.

En 1816, el arzobispo de Atenas ordenó la demolición de los minaretes, y en 1834 el Partenón fue devuelto a su estado original de templo griego. En 1975, el templo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y en 2009 se iniciaron las obras de restauración.

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¿Por qué el Partenón se llama así?

El Partenón es un templo griego de piedra blanca construido entre 447 y 438 a. C. en la Acrópolis de Atenas. Se trata de uno de los monumentos más representativos de la cultura helénica y, por ende, de la civilización occidental. Su nombre proviene de la palabra griega parthenos, que significa «virgen», en referencia a Atenea, la diosa a la que estaba dedicado.

La construcción del Partenón fue ordenada por el rey Pericles, quien quería que este templo fuera el más grande y hermoso de todos. Para ello, contrató al arquitecto Ictino y al escultor Fidias, quienes trabajaron durante nueve años en su realización. El Partenón se erigió en lo alto de la Acrópolis, la colina más alta de Atenas, y quedó terminado en 438 a. C.

El Partenón era el templo más importante de Atenas y se le consideraba el símbolo de la ciudad. En él se encontraban las principales reliquias de la religión ateniense, como la estatua de Atenea Parthenos, obra del escultor Fidias.

A lo largo de su historia, el Partenón ha sufrido diversos daños, tanto por causas naturales como humanas. En el año 1687, durante la Guerra de Venecia, un cañonazo incendió el templo y destruyó gran parte de su estructura. Aunque se realizaron varias restauraciones, el Partenón nunca recuperó su esplendor original.